Mi investigación se centra en la biogeoquímica fluvial y más concretamente a entender cómo la actividad humana afecta la capacidad de los ríos para procesar los nutrientes, principalmente nitrógeno, fósforo y carbono. Estoy especialmente interesado en los procesos biogeoquímicos asociados al amonio y el nitrato y cómo se ven afectados por alteraciones en su disponibilidad como consecuencia de los cambios en el uso del suelo. Dentro de este contexto, la actividad humana asociada a las zonas urbanas puede tener unos efectos muy importantes sobre los ríos receptores, principalmente a través de las entradas puntuales provenientes de los afluentes de depuradora. En esta línea, estudio como la actividad de las comunidades bacterianas y las plantas pueden ayudar a mejorar la calidad del agua de estos afluentes. Este conocimiento puede ser muy útil a la hora de diseñar estrategias para mejorar el funcionamiento y la gestión de los ríos altamente modificados.