Helena Guasch, del Centre d’Estudis Avançats de Blanes (CEAB), es una de las investigadoras principales del proyecto europeo Plasticopyr, que tiene como objetivo estudiar cómo hacer compatible el turismo con la conservación de los ecosistemas fluviales. Estos días están tomando muestras a los ríos del Ripollès para estudiar cómo reducir la contaminación por plásticos en los ecosistemas de montaña.
En el proyecto también participan científicos de Andorra y Francia, que trabajan juntos para evaluar y divulgar el impacto ambiental de estos residuos y buscar soluciones para reducir su presencia. El proyecto Plasticopyr también quiere poner énfasis en la prevención, en la participación ciudadana para concienciar de la gravedad del problema, y en buscar la colaboración de los agentes del territorio, para resolver este problema buscando soluciones conjuntamente.
El impacto que los plásticos tienen en entornos fluviales aún no se ha cuantificado. Este estudio analizará muestras de agua extraídas en el Ripollès en diferentes períodos del año. Estos días se ha trabajado sobre el terreno y está previsto que se repita en diferentes periodos como el deshielo, momento en que se podrá analizar la influencia del turismo de nieve en el medio.
El estudio analiza y cuantifica los plásticos recogidos en los ríos y sus entornos, tanto los de gran tamaño (botellas, bolsas), como los microplásticos que hay en el agua. La idea es cuantificar los plásticos que quedan acumulados en el cauce y aquellos que serán transportados aguas abajo, pudiendo llegar incluso al mar.
Por otro lado, el estudio también incluye posibles soluciones, tales como avanzar en economía circular o cambiar los hábitos. Aquí es donde es necesaria la participación ciudadanía, que debe ser clave para minimizar el impacto de los residuos plásticos.
El proyecto tiene una duración de unos 3 años y también participa Andorra y Francia. El 65% del proyecto está financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
