El deterioro generalizado de los ecosistemas asociados a la vegetación costera en el Mediterráneo, junto a la aparente indiferencia o, al menos, inacción por parte de la sociedad respecto a dicho deterioro dibuja un futuro poco halagüe.o, no solo para los ecosistemas en sí, sino también para las comunidades humanas cuyo bienestar depende, directa o indirectamente, de ellos. Las tormentas extremas poseen una excepcional capacidad de destrucción, que afecta a bienes e infraestructuras, pero también a los ecosistemas y, por consiguiente, compromete los bienes y servicios que de ellos se derivan. A la vez, afectan al paisaje cultural, poniendo en evidencia la fuerza del cambio ambiental y orientando los predicados sobre las relaciones entre humanos y naturaleza.

El presente proyecto, de vocación explícitamente interdisciplinar, persigue, en primer lugar, documentar el papel de las tormentas como agentes de cambio para la vegetación costera mediterránea, tanto emergida como sumergida (praderas submarinas, vegetación de marismas y de dunas). Se cartografiará el impacto de tormentas recientes, tanto extremas (decadales o seculares) como fuertes (anuales) sobre estos ecosistemas, a la vez que se determinan los elementos y mecanismos que determinan su regresión y su resiliencia (Objetivo 1). Para ello, se explotarán datos ya existentes sobre dos tormentas extremas (la del día de San Esteban de 2008 y la reciente tormenta Gloria, enero de 2020), cuyos catastróficos efectos ya se investigaron en diferentes proyectos, específicos u oportunistas. Esta información existente se complementará con datos de campo obtenidos mediante métodos para la medida de movimientos de sedimento, que se aplicarán después de las tormentas que se produzcan durante la vida del proyecto. En segundo lugar, se evaluarán los impactos de las tormentas sobre bienes y servicios asociados a estos ecosistemas, específicamente almacenamiento de carbono, protección costera, mantenimiento de la biodiversidad y servicios en forma de contribución al patrimonio cultural (Objetivo 2). Asimismo, se estudiará de qué manera las tormentas influyen (o han influido) sobre la percepción social de los ecosistemas afectados y de los servicios asociados (Objetivo 3), estudio que se abordará desde una perspectiva auténticamente interdisciplinar, en estrecha colaboración entre ecólogos y científicos sociales. Finalmente, se aprovechará la relevancia mediática de las tormentas y sus consecuencias para profundizar y mejorar la percepción social y la actitud de la población respecto a la vegetación costera (Objetivo 4).

A tal fin, se actuará, por un lado, mediante trabajo con gestores y responsables de la Administración, de manera a explorar conjuntamente las posibilidades de incrementar, o al menos proteger, la resiliencia de los ecosistemas. Por otro lado, se implicará en el proyecto a un conjunto de artistas creativos, con objeto de construir una especie de narrativa de la tormenta mediante pinturas, exposiciones, documentales y otros medios, que incida en la mejora del relato colectivo sobre los riesgos del cambio global en general y en particular sobre estos ecosistemas poco conocidos del gran público.

Globalmente, nuestro objetivo es entender las tormentas como un estresor de la vegetación costera, pero a la vez también como agitadoras culturales que estimulen el apoyo de la sociedad a estos ecosistemas preteridos.