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Doctorandos de diferentes puntos de Europa investigan los riesgos ambientales de los residuos farmacéuticos y posibles soluciones

el doctorando David Calvo, en laboratori de micro-plásticos con Helena Guasch, directora de su tesis, juntamente con Eugènia Martí, Albert Sorolla (Naturalea) y Benoit Cournoyer (Global health – ecology and evolution of human opportunistic bacterial pathogens (OBP), Lyon)

Diez jóvenes investigadores trabajan de forma coordinada en sus tesis doctorales para estudiar el impacto de los residuos farmacéuticos en los ecosistemas y en la salud, así como las posibles soluciones para mitigar esta contaminación. Lo hacen en el marco del proyecto internacional Pharm-ERA, vinculados a universidades y centros de investigación de ocho países europeos, incluido el CEAB-CSIC, que ha acogido el segundo encuentro de seguimiento del proyecto.

El elevado consumo de medicamentos, tanto en medicina humana como veterinaria, está provocando una contaminación generalizada de los ecosistemas por residuos farmacéuticos. Un estudio internacional, realizado por la Universidad de York, ha constatado su presencia en 258 ríos —todos los analizados— de un centenar de países de los cinco continentes. Las principales fuentes de contaminación identificadas son el uso de excrementos animales con restos de medicamentos como fertilizante en suelos agrícolas y los vertidos de aguas procedentes de depuradoras, que no pueden eliminar completamente los medicamentos que excretamos a través de las heces y la orina.

Este tipo de contaminación altera la biodiversidad y el funcionamiento ecológico de los entornos naturales que afecta. La salud vegetal, animal y humana se ve comprometida. Investigar estos procesos y encontrar formas de reducir sus impactos negativos es la misión de los doctorandos que forman parte de Pharm-ERA, así como de las universidades y centros de investigación colaboradores, ubicados en ocho países europeos: Francia, España, Italia, Alemania, Suiza, Suecia, Grecia y Malta.

El proyecto tiene como objetivos: medir la contaminación por residuos de medicamentos en ecosistemas terrestres y acuáticos, evaluar y predecir los efectos ecológicos y los riesgos para la salud bajo el enfoque One Health, y aportar soluciones basadas en la naturaleza para mitigar esta problemática. Se lleva a cabo a través de diez tesis doctorales, enmarcadas en diversas disciplinas científicas como la ecotoxicología, la química, la ecología microbiana, la biología molecular o la modelización matemática. Están dirigidas por investigadoras e investigadores de las instituciones colaboradoras, que también aportan conocimiento, infraestructuras y metodologías punteras para investigar cada ámbito tratado.

Los coordinadores de Pharm-ERA, Stéphane Pesce y Chloé Bonnineau, investigadores del INRAE, añaden que “otro objetivo primordial del proyecto es preparar a los jóvenes investigadores, formar científicos de alto nivel, para dotar a Europa de expertos en las distintas vertientes de esta problemática creciente”.

Para organizar esta investigación intersectorial, interdisciplinaria e internacional se llevan a cabo reuniones periódicas de seguimiento. El segundo encuentro presencial de todo el equipo de Pharm-ERA ha tenido lugar en la sede del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), entre el 31 de marzo y el 4 de abril. En él se han compartido los avances realizados hasta el momento, se ha ofrecido formación y prácticas específicas a los doctorandos y se ha trazado la planificación para los próximos meses.

Una cuestión clave: la resistencia a los antibióticos

Un tema con un peso específico dentro del proyecto Pharm-ERA es la investigación de la propagación de resistencias a los antibióticos a través del medio ambiente. Precisamente, la tesis codirigida desde el CEAB-CSIC se centra en un subtema de esta cuestión: relaciona la contaminación por plásticos con la de fármacos. Se investiga la capacidad de los residuos plásticos presentes en los ríos para retener restos de medicamentos, especialmente antibióticos. También la de las comunidades de microorganismos que colonizan estos residuos para desarrollar defensas al estar en contacto constante con ellos. Estas resistencias pueden transmitirse incluso entre diferentes especies de bacterias, muchas de ellas patógenas, y viajar sobre los residuos plásticos a lo largo del río. Cuando animales o personas entran en contacto con estas bacterias, pueden desarrollar infecciones para las que los antibióticos tradicionales ya no son efectivos.

La investigación, que se lleva a cabo en ríos urbanos de Cataluña, también busca encontrar soluciones naturales para reducir los residuos farmacéuticos que todavía están presentes en las aguas depuradas antes de que sean devueltas a la naturaleza.

La financiación del proyecto
Pharm-ERA es un programa cofinanciado por la Unión Europea, a través de las acciones Marie Skłodowska-Curie.

Participantes : 15 socios
Coordinado por el Institut national de recherche pour l’agriculture, l’alimentation et l’environnement (INRAE), en el proyecto también participan los organismos siguientes: Helmholtz Centre for Environmental Research (UFZ),Universitat de Vic (UVIC), Centre d’Estudis Avançats de Blanes (CEAB-CSIC), Institut de Diagnòstic Ambiental i Estudis de l’Aigua (IDAEA-CSIC), University of Gothenburg (UGOT), University of Thessaly (UTH), KREATiS, AEIFORIA, Fondation evertéa, Naturalea, Smallomics, AuqaBioTECH, Centre Ecotox i Centre national de la recherche scientifique (CNRS).

 

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