El último informe Ciencia para las políticas públicas recopila la evidencia científica generada en centros de investigación del CSIC sobre la pérdida de biodiversidad en la Tierra. Explica sus principales causas y las graves consecuencias, tanto para la naturaleza como para la humanidad. Coordinado, entre otros, por investigadores del CEAB-CSIC, el informe propone medidas concretas para frenar la actual crisis de biodiversidad.
El documento La pérdida de la biodiversidad en el actual escenario de cambio global comienza definiendo el concepto de biodiversidad, que incluye la variedad de hábitats, especies y diversidad genética. Posteriormente, desgrana los beneficios (o «servicios ecosistémicos») que nos proporciona, como la polinización, la purificación del aire y el agua, la regulación del clima o la reducción del riesgo de zoonosis y de su propagación a escala pandémica.
El informe explica que, a pesar de nuestra dependencia de estos «servicios», la variedad de vida no deja de disminuir y lo hace a un ritmo tan acelerado que imposibilita que nuevas especies reemplacen a las que desaparecen. Se recogen datos oficiales como los de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que cifra en más de 46.300 las especies actualmente en peligro severo de extinción, es decir, el 30% de las evaluadas por esta entidad.
Principales causas
El último Science for Policy del CSIC identifica cinco factores clave, todos de origen antropogénico, responsables de la acelerada pérdida de biodiversidad:
- Destrucción y degradación de hábitats: La construcción de infraestructuras, la urbanización, la agricultura y ganadería intensivas, la pesca de arrastre… Muchas actividades humanas destruyen o deterioran hábitats, eliminando las especies que dependen de ellos.
- Sobreexplotación de recursos: La extracción abusiva de materias primas pone en riesgo numerosas especies.
- Contaminación: El uso de plaguicidas y otros químicos, así como la contaminación por plásticos, impacta en todos los ecosistemas, especialmente en los acuáticos.
- Especies invasoras: La globalización ha acelerado la introducción de especies exóticas invasoras que desplazan o eliminan las autóctonas, alterando el equilibrio de los ecosistemas.
- Cambio climático: El aumento de temperaturas, las sequías y los fenómenos meteorológicos extremos agravan este escenario.
Consecuencias más relevantes
La pérdida de biodiversidad tiene efectos devastadores en los ecosistemas y en la sociedad, entre los que destacan:
- Disrupción de los servicios ecosistémicos: Se ponen en peligro la polinización, el control de plagas, la depuración de aguas, y la disponibilidad de alimentos y medicinas.
- Pérdida irreparable del patrimonio genético: Se extinguen especies con funciones clave en los ecosistemas, resultado de millones de años de evolución.
- Efectos en cascada: La desaparición de una especie altera toda la red biológica, afectando a muchas otras, que pueden también extinguirse.
- Ecosistemas menos resilientes: La simplificación de los ecosistemas los hace menos capaces de recuperarse ante cambios ambientales.
- Impactos en la salud humana: La alteración de los ecosistemas favorece el aumento de zoonosis y la propagación de pandemias. Una naturaleza rica en especies actúa como filtro y amortiguador de los saltos zoonóticos. Además, vivir en ambientes naturales saludables tiene beneficios demostrados para el bienestar físico y mental.
Medidas propuestas para frenar la crisis de biodiversidad
Los expertos insisten en la necesidad de actuaciones urgentes por parte de gobiernos, empresas y ciudadanía. Proponen medidas como:
- Gestión racional de los recursos naturales y freno a la sobreexplotación.
- Cambios en los sistemas de producción y consumo para reducir la huella ecológica.
- Regulación y reducción del uso de productos químicos (pesticidas, herbicidas, insecticidas, etc.).
- Fomento de actividades sostenibles y de bajo impacto, incluso en el turismo.
- Protección y restauración de hábitats naturales.
- Uso de nuevas tecnologías para monitorizar la biodiversidad.
- Mayor implicación de la sociedad y las empresas en la conservación.
- Mejora de la gobernanza ambiental con políticas basadas en la ciencia.
- Modelos de sociedad y economía sostenibles.
La actual crisis de biodiversidad
A lo largo de la historia de la Tierra, ha habido cinco grandes extinciones masivas. La última, hace 65 millones de años, eliminó al 75% de las especies, incluidos los dinosaurios. Ahora, los científicos alertan de una nueva crisis de biodiversidad, que tiene dos particularidades: avanza rápidamente y es causada por la actividad humana. Este último hecho nos da margen de actuación, ya que reduciendo los impactos antropogénicos, podemos frenar la pérdida de biodiversidad y favorecer nuestra salud, bienestar y supervivencia.