Este 3 de diciembre se ha celebrado el acto de conmemoración del décimo aniversario del Urban River Lab (URL): unas instalaciones con canales y estanques artificiales donde se simulan los procesos que ocurren en los ríos de carácter urbano y donde se prueban diferentes soluciones naturales dirigidas a mejorar tanto la calidad del agua como el estado ecológico.
El Teatro Margarida Xirgu de Montornès del Vallès ha acogido el evento. El personal investigador ha hecho balance, ante más de cien asistentes, de los conocimientos adquiridos en esta década de experimentación en el URL. Entre otros aprendizajes, han constatado que la vegetación autóctona de ribera (como el junco, el carrizo o el lirio amarillo) y sustratos como arenas, gravas o piedras (y, especialmente, los microorganismos que habitan en ellos) contribuyen a mejorar la calidad del agua. Estos materiales naturales ejercen una segunda depuración, siendo cada uno de ellos más eficaz con diferentes tipos de contaminantes, lo que evidencia la pertinencia de aplicar soluciones que los combinen. Las pruebas se han realizado con agua procedente de la depuradora de Montornès, junto a la cual está ubicado el URL.
En la sesión también se han presentado soluciones basadas en la naturaleza ya probadas con éxito para la restauración de ecosistemas fluviales. Entre ellas, se ha destacado el diseño de estanques y “jardines”; sistemas naturales con vegetación y sedimentos propios de la zona que recogen el agua procedente de las estaciones depuradoras antes de que llegue a los ríos, reteniéndola durante un tiempo para someterla a un segundo filtrado. Este tipo de medidas permiten devolver al medio natural un agua en mejor estado y, así, recuperar ecosistemas muy degradados como los ríos mediterráneos de carácter urbano, tan perjudicados por las presiones humanas.
Tras las charlas y la mesa redonda, todos los asistentes se han trasladado a las instalaciones del URL para conocerlas de primera mano.
El Urban River Lab, un laboratorio pionero y de referencia
El URL nació en 2014 y se convirtió en el primer laboratorio de estas características en el territorio español, siendo además singular en toda Europa. Durante su existencia, además de la investigación realizada por equipos de Cataluña y del resto del Estado, unos 50 investigadores/as de todo el mundo han llevado a cabo ensayos y trabajos académicos en sus instalaciones, resultando en artículos científicos publicados en revistas de prestigio.
El espacio forma parte del proyecto europeo de investigación INTERFACES (Marie Curie Actions Initial Training Networks ITN de la Unión Europea) y ha sido impulsado por el Departamento de Ecología de la Universidad de Barcelona (UB), el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Naturalea-Conservació SL, el Consorcio Besòs Tordera, el Ayuntamiento de Montornès del Vallès y el proyecto Cleanleach.