La posidonia de Illetes (Mallorca) tiene más de 2.000 años

El Grupo de Ecología de Macrófitos Acuáticos (GAME) del Centro de Estudios Avanzados de Blanes y la Fundació Marilles han publicado los resultados de un estudio que muestra que la posidonia de Illetes, en Calvià (Mallorca), tiene más de 2.000 años. Se espera que los resultados ayuden a poner en valor y proteger ese activo natural y los múltiples servicios y beneficios que proporciona a la sociedad y la economía balear.

Las praderas de posidonia ayudan a mitigar el cambio climático porque son organismos muy eficientes captando y almacenando carbono; y al mismo tiempo nos ayudan a reducir el impacto de sus consecuencias. En zonas litorales poco profundas tienen la capacidad de atenuar la fuerza del mar y proteger así nuestras costas de la erosión y del efecto de temporales extremos – cada vez más frecuentes en un escenario de calentamiento global.

La posidonia de Illetes tiene 2.355 años y un crecimiento estimado de 0.5 mm/año

El muestreo se realizó en julio de 2021 en la zona de Isletas y de la cala Portals Nous. Se extrajeron testigos de sedimentos (cores) que fueron analizados posteriormente, para determinar la edad y la cantidad de C almacenado. Los resultados muestran que la posidonia de Illetes (Calvià) tiene 2.355 años y un crecimiento estimado de 0.5 mm/año.

La edad corregida para la pradera de Portals Nous (Calvià) es mucho menor (128 años) y un crecimiento de 5 mm/año (diez veces más rápido). El motivo de esta diferencia está en que la muestra tomada en Portals Nous crece sobre una base rocosa, lo que le impide acumular sedimento durante tantos años. Sin embargo, es probable que haya estado presente allí desde hace miles de años.

“La búsqueda realizada en las calas Comtesa y Portals Nous de Calvià confirma que sus praderas datan de miles de años atrás. Años en los que han venido prestando servicios irremplazables y de valor incalculable para la sociedad que vive en y de los recursos costeros de Mallorca. Cualquier esfuerzo por evitar el deterioro y la destrucción de este singular ecosistema o por mejorar la calidad de su hábitat, no tengamos ninguna duda, a medio y largo plazo redundará en beneficio de todos. De seguir como hasta ahora, es probable que en algunas décadas debamos lamentar la pérdida de la práctica totalidad de las praderas de posidonia y de todos los servicios asociados. Esta pérdida podría ser irreversible”, explica el Dr. Miguel Ángel Mateo del CEAB.

El volumen de C almacenado por cada hectárea de posidonia de 1 m de grosor es de unas 1.600 toneladas de CO2 para ambas praderas. Una cantidad equivalente a lo que emiten 1.000 coches en un año. El archipiélago balear cuenta con 650 km2 de posidonia –la mitad del total de posidonia de las aguas españolas. Esta superficie absorbe el 7% de las emisiones que emite Baleares.

“La pérdida de posidonia tiene un doble impacto a nivel climático. No sólo dejamos de capturar carbono, sino que los depósitos de carbono que hasta ahora han sido almacenados se pueden liberar al agua y la atmósfera, por lo que pasamos a tener nuevas emisiones de CO2 con las que ahora no estamos contando. Los planes nacionales de reducción de carbono deberían tener en cuenta las emisiones de carbono derivadas de la pérdida de superficie de posidonia durante las últimas décadas”, detalla Núria Marbà, investigadora del IMEDEA y colaboradora del estudio.

Hay que trabajar en políticas de gestión del litoral que reduzcan los riesgos y mejoren la salud de las praderas de posidonia

Durante miles de años, las praderas de posidonia han estado prestando multitud de servicios a la sociedad mallorquina. Un estudio financiado por la Fundació Marilles en 2019 estima el valor de las praderas de posidonia de Baleares en 622 millones de euros. Este valor incluye protección costera (326,9 millones de euros), captación y almacenamiento de carbono (205 millones de euros) y calidad del agua (85 millones de euros); pero no incluye otros servicios relacionados con la producción pesquera y conservación de biodiversidad.

Teniendo en cuenta la extraordinaria lentitud con la que las praderas de posidonia recuperan las superficies dañadas o destruidas (de décadas a siglos), la pérdida de cualquier pedazo de pradera y de los valiosos servicios que presta es para siempre. Por eso es necesario trabajar en políticas de gestión del litoral que reduzcan los riesgos y mejoren la salud de sus praderas a nivel local, regional, nacional y mediterráneo.

Autor: Miquel Gomis

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El estudio lo ha dirigido el dr. Miguel Ángel Mateo Mínguez, responsable del Grupo de Ecología de Macrófitos Acuáticos (GAME), del CEAB-CSIC, con la participación del dr. Oscar Serrano Gras, corresponsable de GAME, los estudiantes del Trabajo de Fin de Grado (Universidad de Barcelona) Irene Bernabeu Sapena y Enric Gomis Clar, y la colaboración de la Dra. Núria Marbà del IMEDEA (CSIC-UIB).

El estudio está disponible en: https://marilles.org/storage/media/2022/05/1240/informe-posidonia-milenaria-en-calvia.pdf

Noticia via: Marilles Foundation