Mi investigación se centra en reducir la brecha entre la teledetección óptica y la ecología marina aplicada, desarrollando nuevas técnicas para cartografiar ecosistemas submarinos, especialmente bosques de macroalgas y praderas de fanerógamas marinas. Los mapas resultantes representan la extensión de hábitats clave y son, por tanto, utilizados para analizar paisajes submarinos, inferir el estado ecológico y buscar posibles indicadores de colapsos en el ecosistema.

Me gusta usar un enfoque en varias escalas, combinando modelos 3D submarinos, drones y satélites. Para “traducir” las imágenes a mapas de ecosistemas exploro distintas estrategias de clasificación, desde digitalización manual y algoritmos clásicos de aprendizaje automático, hasta redes neuronales. Pongo especial énfasis en la importancia que tienen las observaciones de campo vara validar los resultados que genera la inteligencia artificial. Por tanto, mis estudios implican no sólo la toma de imágenes y el desarrollo de código para su análisis, sino también la recogida de datos de validación de alta precisión en ecosistemas intermareales y submareales.