Demuestran la elevada capacidad de una planta halófita, como solución natural a los problemas asociados a la salinización de aguas dulces

 Un nuevo estudio ha demostrado la capacidad de una planta halófita, Atriplex portulacoides, para mitigar el incremento de salinidad en el agua dulce derivado de la actividad humana y del cambio climático. Esta planta, que recibe el nombre común de cenizo blanco, crece en arenas litorales.

El estudio se ha desarrollado en el marco del Proyecto OPERANDUM liderado por la empresa Naturalea, junto con investigadores del Centro de Estudios Avanzados (CEAB-CSIC), de la Universidad de Barcelona (UB) y del equipo del Consorcio Besòs Tordera.

Las plantas halófitas como el cenizo blanco son tolerantes a la sal del entorno en donde crecen. Esta característica les puede conferir cierta tolerancia frente a incrementos de salinidad y la regulación de estos, por lo que se está estudiando su uso en bioremediación.

Fotografía 1. Atriplex portulacoides.

En particular, en este estudio se ha evaluado cómo el incremento de salinidad del agua dulce influye en la capacidad de retención de sodio de A. portulacoides, un halófito con gran potencial para la recuperación y fitorremediación de suelos salinos.

En España, esta planta puede hallarse de forma natural en toda la zona mediterránea, por lo que su uso como herramienta para mitigar los efectos de la intrusión salina en proyectos de restauración sería factible y eficiente. Debido al comportamiento similar de otros halófitos, se estima que los resultados obtenidos en este estudio pueden ser extrapolables para otras especies, como Arthrocnemum sp o Salicornia sp, que se desarrollan en sistemas halobios o salobrales.

A mayor salinidad, más capacidad de retención de sodio

El experimento se ha realizado en las instalaciones del Urban River Lab (URL), una plataforma experimental con 12 canales artificiales de 12 metros de longitud, dedicada al estudio de ríos altamente antropizados y que reciben aportes de efluentes de estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR). El Urban River Lab se encuentra dentro de las instalaciones de la EDAR Montornès del Vallès (Barcelona). Para el experimento, se pusieron varias plantas de cenizo blanco en nueve canales con tres niveles de salinidad: 2,5; 10 y 30 mS/cm (como referencia, la salinidad del mar es de 50-55 mS/cm).

Fotografía 2. Canales del Urban River Lab con Atriplex portulacoides.

Posteriormente, los científicos midieron la cantidad de sodio acumulada en cada una de las plantas, y han visto que la cantidad de sodio retenido en las hojas es mayor que la retenida en el resto de la planta, independientemente del grado de salinidad.

Por otro lado, el contenido de sodio en las hojas, los tallos y raíces tiende a aumentar a medida que se incrementa la salinidad en el agua. Sin embargo, se ha observado que este aumento en la retención de sodio no es proporcional al incremento de salinidad del agua, sino que es notablemente mayor. De hecho, un incremento de 3 veces en la salinidad del agua conlleva en las plantas un aumento de 10 veces de la capacidad de retención de sodio, según los datos del experimento.

“Combinando los datos de las tasas de retención de sodio obtenidos en el URL con los datos de densidad de A. portulacoides en ambientes naturales, hemos visto que estas plantas podrían llegar a retener diariamente hasta 1 kg de sodio por metro cúbico de agua”, detalla Eugènia Martí Roca, investigadora del CEAB-CSIC.

Los científicos explican que estos valores de retención y la respuesta tan eficiente de la planta en relación a los aumentos de salinidad demuestran que A. portulacoides puede utilizarse como una estrategia de biorremediación para mitigar los problemas asociados a la salinización de las aguas dulces derivados de las actividades humanas.

Proyecto OPERANDUM, reducción de los riesgos hidro-meteorológicos con soluciones basades en la naturaleza

El cambio climático impulsa fenómenos meteorológicos cada vez más extremos, con impactos a escala mundial. Para mitigar sus efectos y los derivados de la actividad humana, se estudian soluciones basadas en la naturaleza (también conocidas como NBS, por las siglas en inglés de Nature Based Solutions.

El proyecto OPERANDUM, iniciado el pasado mes de Julio, se centra en la reducción de los riesgos meteorológicos e hidrológicos derivados del cambio climático con el diseño, implementación y demostración de SBN en pequeños laboratorios al aire libre. Este “Open-Air Laboratories” (OAL) son áreas de estudio, algunas de las cuales se sitúan en zonas protegidas por la UNESCO y Parques Naturales, con años de investigación donde se encuentran diferentes problemáticas ambientales (inundaciones, sequías, desprendimientos, salinización de espacios…) que pretenden minimizar o solucionar con el diseño, aplicación y monitoreo de distintos SBN.

El Proyecto OPERANDUMestá financiado por la Unión Europea en el marco de los proyectos H2020.