Sacos de café y restos de poda para depurar aguas residuales

Una investigación llevada a cabo por el equipo del Urban River Lab ha revelado una nueva solución natural, de kilómetro cero, para tratar las aguas residuales de casas aisladas o de pequeños núcleos urbanos.

La depuración de aguas residuales tiene como objetivo eliminar las sustancias contaminantes del agua después de que haya sido utilizada para las actividades humanas. Este trabajo se lleva a cabo en las estaciones depuradoras (EDAR), a las que están conectados los municipios. Sin embargo, quedan pequeños núcleos de población que no están vinculados a ningún sistema de saneamiento y que vierten las aguas residuales sin tratar en rieras y arroyos. Estas aportaciones suponen un pequeño porcentaje del total, pero toman especial relevancia en episodios de sequía como el que vivimos, cuando prácticamente el 100% del agua que baja por los ríos urbanos es agua residual, ya utilizada y alterada.

El equipo de investigación ha estado buscando soluciones de bajo coste y bajo impacto ambiental que puedan servir para tratar las aguas residuales generadas en estos núcleos aislados, reduciendo así las consecuencias negativas sobre los ríos receptores. Ha buscado alternativas a métodos ya conocidos, como los filtros de gravas que, si bien son eficaces, suponen un alto coste económico y ambiental, ya que deben extraerse y transportarse con maquinaria pesada y durante largas distancias, generando una importante huella de carbono.

La solución testada con éxito ha sido la combinación de sacos elaborados con fibras naturales (sacos de yute y coco que se utilizan para almacenar café y que después se convierten en desechos de la industria alimentaria, el material utilizado ha sido cedido por cafés Novell) y de restos vegetales (procedentes de la poda de ramas y de la recogida de hojas de árboles). Se ha optado por estos materiales por su origen natural, porque están disponibles en todas partes (son de kilómetro cero) y porque supone dar una nueva vida a los residuos.

Miquel Ribot, responsable técnico del Urban River Lab (URL), explica que “el tratamiento de las aguas residuales empleando estos materiales se ha testado durante medio año en la URL, el laboratorio al aire libre situado en el recinto de la estación depuradora de Montornés del Vallés. Hemos evaluado la capacidad de retener contaminantes de los sacos y restos vegetales: de cada uno de ellos, de forma separada, y combinándolos. También, añadiendo plantas acuáticas. Todo ello lo hemos hecho utilizando canales artificiales: poniendo el tejido y la vegetación y llenándolos con agua residual sin tratar. Lo hemos probado en distintas condiciones experimentales”.

La experimentación ha permitido concluir que sacos y restos de poda favorecen el crecimiento de microorganismos capaces de retener y eliminar contaminantes, como amonio y fosfato, siendo buenos materiales para diseñar sistemas naturales de depuración. También se ha visto que la forma más efectiva de utilizarlos es de forma combinada. Además, la investigación ha evidenciado que los mejores resultados de depuración se alcanzan cuando, además de ambos materiales, se introducen plantas acuáticas en los canales, ya que éstas propician las condiciones idóneas para que los microorganismos proliferen.

Imagen de la zona de depuración habilitada con estos materiales en el Montseny

El equipo de investigación subraya la importancia de aplicar estos tratamientos conociendo bien su dinámica y haciendo una buena gestión en el tiempo para que mantengan su eficacia. Para seguir avanzando en esta línea de investigación, ya se ha puesto en marcha una zona de depuración construida con los residuos estudiados.

Albert Sorolla, director técnico de Naturalea, la empresa que está desarrollando esta solución natural, detalla: “Ya estamos llevando a la práctica, en la masía del Buxaus en el Montseny, todo lo que hemos aprendido en el URL. Hemos habilitado una zona de depuración con estos materiales reutilizados y de componente Km.0. Los primeros datos son esperanzadores y pueden permitirnos la gestión de las aguas residuales domésticas sin tener que transportar gravas y piedras, por tanto reduciendo el coste y la huella de CO2”.

La técnica, que es definida como económica, sostenible y de mantenimiento sencillo, se propone como solución para caudales de aguas residuales pequeños, como pueden ser los de núcleos reducidos de población o casas aisladas, o como método complementario para sistemas de depuración estándar.

Esta investigación ha sido desarrollada por el equipo del Urban River Lab, formado por profesionales del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), Naturalea Conservación, la Universidad de Barcelona y el Consorcio Besòs-Tordera.