Las desalinizadoras son una buena opción para hacer frente a la escasez de agua

El mundo de las desalinizadoras y su problemática siguen siendo de actualidad en relación a su rendimiento y coste energético. El programa Vox Pop del europeo Canal Arte se ha vuelto a interesar en el conflicto que aún resta con las desalinizadoras en el estado español, donde la mayor parte de los proyectos desprecian el impacto del vertido de salmuera sobre los ecosistemas litorales protegidos como las praderas de posidonia.

Esta problemática en concreto fue estudiada por Esperança Gacia y Enric Ballesteros, investigadores del CEAB, junto con otros expertos españoles en este ámbito (Gacia, 2007). Y los resultados de este estudio sirvieron para dar valores y recomendaciones relacionadas con los vertidos de la salmuera que resulta del proceso (Sánchez-Lizaso, 2008).

Según explica Esperança Gacia, a parte del coste energético, el gran problema ambiental de las desalinizadoras es el vertido de la salmuera que resulta del proceso de desalinización. “Obtener sal de una cantidad tan inmensa de salmuera supondría contar con quilómetros y quilómetros de terreno para las salinas y no es factible. Por este motivo se vuelve a verter en el mar, donde el carácter denso, viscos y extremadamente salino del vertido lo hacen difícil de diluir y puede incidir muy directamente sobre los ecosistemas costeros frágiles, como es el caso de las praderas de posidonia, entre otros”, afirma Gacia.

“Nosotros estudiamos la fisiología de posidonia para conocer la tolerancia de la especie a la salinidad. Encontramos que su límite se encontraba alrededor de las 38 ppm (partes por millón), el cual depende a su vez del tiempo de exposición. Pudimos determinar que el hecho de superar las 40 ppm era fatal para la planta. A raíz de estos resultados elaboramos una serie de recomendaciones de los lindares de tolerancia de posidonia que no se pueden sobrepasar y donde ser recomendaba, sólo en el caso de que fuera imposible evitar verter sobre estos ecosistemas, la construcción de difusores que garantizasen que el vertido era compatible con la vida de la planta”, señalaba la investigadora del CEAB en la entrevista realizada por Vox Pop.

La desalación del agua marina para obtener agua potable es una opción que no gusta a todo el mundo por el impacto ambiental que supone. Pero, en la actualidad, incluso los grupos ecologistas han decidido apoyar a las desalinizadoras porque se trata de una alternativa mucho mejor que no mantener los caudales ecológicos mínimos en los ríos. La península ibérica tiene una fortísima escasez de agua y para el 2021 el problema se triplicará. Es por este motivo que resulta imprescindible seguir invirtiendo en investigación y nuevas tecnologías a fin de mantener los niveles freáticos y hacer frente al cambio climático y global.

La desalinizadora más grande de Europa

A día de hoy, la desalinizadora más grande de Europa, que se encuentra a 10 km de Barcelona, genera 200.000 m3 de agua potable y el 80% de ella se usa para el consumo. El agua marina la obtienen a 2,2 km mar adentro, desde donde la trasladan para limpiarla, filtrarla y desinfectarla. El agua se separa de la sal a través de un proceso que es básicamente físico, a presiones muy elevadas, que tiene un elevado coste energético, aunque la tecnología ha avanzado mucho.

España es pionera en la industria desalinizadora y recibe 2.500.000 € de la Unión Europea para financiarla. Muchas desalinizadoras son muy rentables, aunque según ciertos partidos políticos el agua desalada sale 3 veces más cara que si se hiciese un trasvase, partidos que tampoco tienen demasiado en cuenta el aspecto ambiental de esta problemática, cabe decir. Las desalinizadoras construidas alrededor del 2005, no funcionan a pleno rendimiento, sino que están al 30-40-50% de la producción máxima dependiendo del año y del grado de sequía. Pero tenerlas es una garantía, pues sería peor no tener agua y, el trasvase, en cambio, quedaría hecho para siempre.

Programa original del Vox Pop “L’eau en Espagne: une note salée

Gacia, E., Invers, O., Ballesteros, E., Manzanera, M., Romero, J. 2007. The impact of the brine from a desalination plant on a shallow seagrass (Posidonia oceanica) meadow. Estuarine Coastal and Shelf Sciences 72: 579-590.

Sánchez-Lizaso, J.L., Romero, J., Ruiz, J.M., Gacia, E., Buceta, J.L., Invers, O., Fernández Torquemada, Y., Mas, J., Ruiz-Mateo, A.,  Manzanera, M. 2008. Salinity tolerance of the Mediterranean seagrass Posidonia oceanica: recommendations to minimise the impact of brine discharges from desalination plants. Desalination 221 (1-3): 602- 607.