Investigar la retención y transporte de plásticos en los ríos mediterráneos

Un nuevo proyecto de investigación del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) analiza cómo las sequías continuadas, otros fenómenos extremos y la intensa presión humana que soportan estos ríos condicionan la acumulación y el transporte de residuos plásticos.

El proyecto (llamado APOM-Cycling) ha comenzado este febrero con los primeros muestreos sobre el terreno. Se realizan en el río La Tordera, periódicamente y en doce zonas de cuatro subcuencas diferenciadas. Los puntos de muestreo se han escogido para ser representativos de las características comunes de los ríos mediterráneos, así como de las variantes que se dan entre ellos, como, por ejemplo, las diferentes actividades humanas que tienen a su alrededor. Así pues, se han elegido áreas forestales, otras con actividad agrícola o ganadera y, por último, de más urbanas.

Las científicas del CEAB-CSIC que desarrollan el proyecto cogen numerosas muestras. Las toman de los plásticos que se ven a ojo, tanto de los que hay en la orilla como dentro del cauce de los ríos. También cogen sedimentos, muestras de diferentes tipos de vegetación acuática, de biofilms y muestras de agua. Ya allí mismo, con la ayuda de tamizadores y redes con filtros de diferentes tamaños para los meso y micro plásticos, hacen una primera valoración del grado de contaminación por plásticos y de la tipología y origen de los mismos. Posteriormente, todas las muestras se analizan en el laboratorio para poder cuantificar los plásticos encontrados, conocer su composición y saber de dónde provienen, ver cómo se degradan, dónde van a parar, en qué puntos u organismos se quedan adheridos y cómo se transportan. El trabajo también permite conocer el estado de salud general del río y el impacto que tiene este tipo de contaminación.

Aparte del trabajo de campo, el proyecto incluye experimentación en canales artificiales, en los que se simulan, de forma controlada, las condiciones que se dan en los ríos mediterráneos. Esta parte se realiza en los laboratorios de la sede del CEAB-CSIC, en Blanes, y en el Urban River Lab, situado en la depuradora de aguas residuales de Montornès del Vallès.

El objetivo de la investigación es comprender cómo las diferentes circunstancias que se dan en nuestros ríos determinan la retención y el transporte de los residuos plásticos: qué papel juegan los sedimentos, los biofilms y la vegetación acuática del cauce del río en la retención de plásticos, y cuál es el efecto de las sequías y las crecidas en la retención y el transporte. Sobre todo se busca saber qué ocurre con los residuos plásticos cuando los ríos se quedan casi o totalmente secos y cómo esta contaminación depende de los usos del suelo en la cuenca, de las diferentes actividades humanas.

Trabajo de muestreo -con la red para microplásticos- en la riera d’Arbúcies, en el municipio de Sant Feliu de Buixalleu

Helena Guasch, una de las científicas del CEAB-CSIC que lleva a cabo la investigación, explica que “investigamos la influencia de los diferentes usos del suelo en la presencia de macro, meso y micro plásticos, la contribución de la morfología del río, de la eutrofización (debida a concentraciones elevadas de nitrógeno y fósforo) y de las sequías y riadas”. Añade que “partimos de la hipótesis de que cuando no hay agua los plásticos tienden a retenerse en el río, entre los sedimentos, y cuando viene una crecida el sedimento se remueve y los plásticos se transportan aguas abajo. Pero queremos objetivarlo e ir más allá. Nos proponemos obtener un modelo de la dinámica, tanto espacial como temporalmente, de los plásticos en nuestros ríos en el contexto de cambio climático y global”.

Eugènia Martí, también investigadora del equipo, recuerda que este trabajo puede ser importante no sólo para los ecosistemas continentales, sino también para los marinos ya que «los ríos actúan de conductores o viaductos de los residuos plásticos generados en los continentes, que finalmente llegan al mar.” De hecho, el 80% de los residuos que se encuentran en el mar proviene de tierra.

La investigadora Delfina Cornejo apunta otro objectivo del proyecto: el de la concienciación. “Además del trabajo de investigación, querríamos contribuir a sensibilizar. Toda la contaminación por plásticos viene de los humanos. Podemos hacer mucho, tanto colectivamente, yendo hacia otros modelos de sociedad, como individualmente”.

El equipo de APOM Cycling tiene previsto realizar actividades divulgativas dentro del proyecto para llegar a la ciudadanía y que se convierta en una aliada en la lucha contra la sobreexplotación y la contaminación de los ecosistemas fluviales.

* Las comunidades de microorganismos que viven adheridas a las piedras del cauce del río