La vida marina mundial se desplaza debido al aumento de la temperatura del mar

Un nuevo estudio, de la Universidad de Southampton con participación de investigadores del CEAB-CSIC, arroja luz sobre el impacto del cambio climático en los entornos marinos en un fenómeno global relativamente reciente conocido como «tropicalización».

En el océano, las especies tropicales se desplazan desde el ecuador hacia los polos a medida que aumentan las temperaturas del mar. Mientras tanto, las especies templadas retroceden a medida que se calienta demasiado, enfrentan una mayor competencia por el hábitat y aparecen nuevos depredadores, entre otros factores.

Este movimiento masivo de la vida marina, denominado tropicalización, está cambiando el paisaje ecológico de nuestros océanos y generando una cascada de consecuencias para los ecosistemas, la biodiversidad y potencialmente la economía global.

La publicación de la investigación en la revista Trends in Ecology and Evolution coincide con el inicio de la COP28, donde los responsables políticos globales se congregan para abordar el impacto del calentamiento global. Los investigadores sostienen que necesitamos comprender mejor las consecuencias de la tropicalización para prever su desarrollo, responder a sus efectos y ayudar a los esfuerzos de conservación para proteger la biodiversidad en todo el mundo.

En los últimos años, el cambio climático ha alterado los factores físicos que afectan la dispersión de especies, como las corrientes oceánicas en áreas que separan las regiones tropicales/subtropicales y templadas. Estas corrientes cálidas en los límites del agua están calentándose más rápido que el promedio mundial del agua de mar, facilitando el movimiento hacia los polos de las especies y reforzando la retracción de las especies templadas.

La primera instancia de este proceso se identificó en el Mar Mediterráneo, ahora considerado un «punto caliente de tropicalización» debido al aumento de especies tropicales presentes. Desde entonces, la tropicalización se ha documentado a nivel global a lo largo de las latitudes medias.

Karolina Zarzyczny, investigadora de la Universidad de Southampton y autora principal del artículo, explica: «La tropicalización está teniendo una multitud de consecuencias ecológicas y evolutivas para especies, comunidades y ecosistemas enteros, con el potencial de alterar los patrones de diversidad globales. La investigación realizada en los últimos veinte años se ha centrado principalmente en impactos ecológicos, lo que significa que nuestra comprensión de sus consecuencias evolutivas es limitada. Dada la estrecha interacción entre ecología y evolución, una estrategia integral que incluya monitoreo y acción, e integre la investigación genética y evolutiva con los cambios ecológicos que estamos viendo, es esencial para comprender mejor los impulsores y consecuencias de la tropicalización».

Dada la estrecha interacción entre ecología y evolución, las interacciones alteradas entre especies pueden llevar a la evolución de nuevos rasgos o comportamientos. Por ejemplo, se ha documentado que los peces damisela tropicales en expansión y los peces de arrecife templados alteran sus comportamientos alimentarios y sociales para permitir la coexistencia.

Otras consecuencias evolutivas pueden implicar la proliferación de especies más resistentes al calor o la pérdida de diversidad genética única a medida que las especies templadas retroceden. Esta reducción en la diversidad genética podría ser problemática, ya que puede afectar la capacidad de las especies para adaptarse a futuros factores de estrés.