El equipo del proyecto Marine Forest del CEAB-CSIC ha reintroducido, en la bahía de Portlligat (Cadaqués, parque natural de Cap de Creus), un alga que desapareció de la zona en los años ochenta debido a la presión humana. Se trata de la especie Gongolaria barbata, un alga marrón del género Cystoseira considerada una “ingeniera” o formadora de hábitats, ya que proporciona refugio y recursos a numerosos organismos marinos.
Las investigadoras e investigadores cultivaron ejemplares en el laboratorio del Centro utilizando una metodología innovadora y no invasiva, que evita la manipulación de adultos de las poblaciones naturales de esta alga amenazada.
Colocaron piedras en el fondo de tanques llenos de agua marina. Después, depositaron ramas fértiles del alga (recolectadas sin perjudicar a las poblaciones donantes) para permitir el asentamiento de los cigotos sobre las piedras de la base del tanque. Pasados unos meses las rocas, con los ejemplares juveniles adheridos, se han trasladado e implantado al mar, en la zona del parque natural de Cap de Creus.
Marine Forest ha introducido ejemplares jóvenes de este alga en las aguas de la bahía de Portlligat. Emma Cebrián, la investigadora del CEAB-CSIC que lidera el proyecto, ha explicado que “miden entre uno y dos centímetros. Un tamaño suficiente para que los pequeños invertebrados no se las coman y para que, dentro de un año aproximadamente, puedan ser fértiles y empezar a generar nuevas algas”. El objetivo es que se vayan expandiendo autónomamente y recuperen el bosque marino que había hace cuatro décadas.
Recuperar la salud y resiliencia de los ecosistemas
Estas acciones se realizan en puntos donde se han tomado medidas, donde las algas introducidas tienen oportunidades de progresar.
«El hecho de que aquí la calidad del agua haya mejorado nos hace pensar que probablemente podremos recuperar la especie en la zona», detalla Cebrián. “Debemos pensar que estas algas son poblaciones muy vulnerables. Al mismo tiempo, son muy importantes porque dan estructura y biodiversidad al entorno. A escala terrestre, para hacernos una idea, funcionarían como los bosques de robles o encinas”.
El proyecto Marine Forest incluye la monitorización posterior de las zonas donde se han implantado individuos, para ver cómo evolucionan y poder determinar si se consigue el objetivo de restauración de los bosques marinos desaparecidos o degradados y, con ellos, de la biodiversidad y la salud de nuestros ecosistemas marinos.
El director del parque natural del Cabo de Creus, Ponç Feliu, ha asegurado que “si se consigue recuperar el bosque marino de este alga -de momento, los primeros resultados obtenidos por el proyecto son esperanzadores- se permitirá mejorar el conjunto del ecosistema marino. Será más fuerte frente a amenazas como el cambio climático”.
La acción de restauración del bosque marino desaparecido hace años en esta zona del Cabo de Creus está impulsada por la Fundación Damm.
