Un estudio científico recomienda excluir y alejar los parques eólicos marinos de zonas protegidas del Mediterráneo

Nueve científicos de la Universitat de Girona (UdG), el Centre d’Estudis Avançat de Blanes (CEAB-CSIC), l’Institut de Ciències de Mar (ICM-CSIC) y la Universitat de Barcelona (UB) recomiendan excluir y alejar los parques eólicos marinos de las áreas protegidas del Mediterráneo. El motivo son los “graves impactos” que estas instalaciones pueden provocar sobre la biodiversidad marina y el paisaje. Estas recomendaciones se incluyen en un estudio científico que se ha publicado hoy en la revista Science of the Total Environment.

El trabajo toma como caso de estudio el megaparque eólico marino proyectado en Cap de Creus y golfo de Roses, donde confluyen ocho áreas marinas protegidas. El equipo científico presenta una primera evaluación de los impactos ambientales potenciales de los grandes parques eólicos en el Mediterráneo y, en especial, en zonas de elevada fragilidad ecológica y alto valor paisajístico. 

Fotografía 1: Bahía de Roses. Autor: Lluís Mas Blanch

El estudio ha revisado cerca de 150 trabajos de todo el mundo. Esta diagnosis quiere ser útil para otros lugares del Mediterráneo y otros mares y océanos del mundo donde confluyan un patrimonio natural excepcional, una elevada biodiversidad, la existencia de áreas marinas protegidas, un paisaje valioso, y unas actividades pesqueras y turísticas importantes a nivel local.

Con este estudio, el equipo investigador analiza por primera vez y de manera integral los impactos que estas instalaciones pueden tener sobre toda la columna de agua: desde el plancton hasta el fondo marino, y desde peces y crustáceos importantes para la pesca hasta especies sensibles y protegidas como por ejemplo ballenas, delfines, tortugas y algunas aves marinas.

El artículo destaca que los megaparques eólicos marinos pueden comportar “graves riesgos ambientales para el fondo marino y la biodiversidad de muchas zonas del Mediterráneo a causa de las particulares características ecológicas y socioeconómicas y la vulnerabilidad de este mar semi-cerrado”. Los autores del estudio argumentan que “no se pueden importar directamente modelos como los del Mar del Norte”, donde se han instalado muchos parques eólicos marinos. Para los biólogos y ecólogos marinos, oceanógrafos, geógrafos y físicos que firman el artículo, el Mediterráneo es característico por su “plataforma continental más estrecha pero más heterogénea y una proporción de especies y hábitats amenazados más elevada que en los mares del norte de Europa”.

Estructuras complejas

Las estructuras de los aerogeneradores son complejas. Bajo el agua, los parques eólicos “flotantes”, que son los que mayoritariamente se implantarían en el Mediterráneo, requieren sistemas de amarrajes y anclajes de grandes dimensiones que pueden afectar la integridad del fondo marino. Los mamíferos marinos pueden chocar o enredarse con este cableado. Además, el ruido generado por los parques eólicos se acumula con otros sonidos procedentes de actividades humanas, como la navegación, e impacta en el comportamiento de los mamíferos marinos.

Estas plataformas son, también, una fuente de atracción de especies invasoras o de especies oportunistas que pueden alterar el “frágil balance local de biodiversidad”. Este hecho es “especialmente preocupante” para los investigadores porque el Mediterráneo es el mar europeo más afectado por la llegada de estas especies exóticas.

Los aerogeneradores flotantes, que suelen medir más de 250 metros de altura, pueden modificar la dinámica de corrientes atmosférica y oceánica locales, y disminuir la disponibilidad de nutrientes para el plancton dado que la disminución del viento hace que la columna de agua se mezcle menos. Este hecho puede afectar la producción en un mar “típicamente pobre comparado con otros mares y océanos como el Atlántico Norte o el Mar del Norte”.

Fotografía 2: Ejemplo de Parque Eólico Marino.

El estudio también reivindica la necesidad de mantener la biodiversidad marina para luchar contra el cambio climático y mitigar sus efectos. Según los autores del artículo, se ha demostrado que los hábitats marinos tienen un gran potencial de almacenamiento de carbono y constituyen una solución a esta problemática basada en la misma natura. Para el equipo científico, los ecosistemas con mayor biodiversidad suelen ser más resistentes a los impactos del cambio climático.

Áreas protegidas en el Cap de Creus

Los autores del artículo estiman que los impactos ecológicos de los parques eólicos marinos serían “especialmente severos en zonas de gran biodiversidad y fragilidad como Cap de Creus y el golfo de Roses”. En este punto confluyen hasta ocho áreas marinas protegidas reconocidas nacional e internacionalmente. Según los acuerdos internacionales, es necesario proteger un mínimo del 30% de los mares y océanos de cara a 2030. Los investigadores señalan que, actualmente, en España esta cifra representa el 12%.

El estudio alerta de los riesgos de accidentes asociados a fenómenos meteorológicos extremos, que cada vez serán más habituales con el cambio climático. También advierte de los problemas inherentes a los mismos aerogeneradores, como la caída de la estructura al mar y los choques de barcos. El equipo científico subraya que estos proyectos comportan la industrialización de la costa en zonas de alto valor paisajístico. Por un lado, habría que ampliar la capacidad de los puertos próximos para la logística relacionada con la construcción y el mantenimiento de los parques eólicos marinos. Y, por otro lado, los mismos puertos albergarían las infraestructuras de producción de energía a partir de hidrógeno, las cuales pueden comportar riesgos específicos sobre el medio ambiente relacionados con el uso del agua y del suelo, la liberación de salmuera o los escapes de hidrógeno, entre otros.

Finalmente, el estudio advierte que los impactos no se limitarán a la costa, sino que también afectarán a los municipios del prelitoral. Estas poblaciones deberán acoger infraestructuras (carreteras de acceso, subestaciones, líneas de transmisión de electricidad o estructuras temporales) que pueden dañar ecosistemas frágiles como, por ejemplo, humedales.

Pesca y turismo

El trabajo científico pone de manifiesto que la exclusión de la actividad pesquera, incluida la pesca artesanal, de las zonas afectadas por los parques eólicos marinos puede tener consecuencias económicas, sociales y ambientales sobre la industria pesquera, las comunidades costeras que dependen de este sector y la sociedad en general. Además, los sonidos, vibraciones y los campos electromagnéticos de los cables pueden hacer menguar las capturas.

Los autores del estudio apuntan que el debate sobre los impactos potenciales de los parques eólicos marinos sobre el paisaje será mucho más intenso en el Mediterráneo que en los países nórdicos. Según su criterio, esto tiene que ver con la relevancia del turismo costero y marítimo entorno a este mar. Por ejemplo, el parque eólico proyectado en Cap de Creus se construiría a entre 8 y 30 km de la costa, mientras que en 2019 la distancia media de todos los parques eólicos marinos instalados en Europa fue de 60 km de la costa. Además, en términos económicos, un trabajo realizado en la costa catalana estimó una pérdida de ingresos de hasta 203 millones de euros por temporada turística.

Más recomendaciones

El estudio finaliza con recomendaciones para los responsables políticos con el objetivo de “racionalizar la carrera de propuestas de eólica marina en el Mediterráneo por parte de empresas energéticas”. En primer lugar, según los científicos, hay que aplicar el Principio de Precaución “para garantizar el nivel más elevado de protección del medio ambiente mediante la toma de decisiones preventivas en caso de riesgos ambientales evidentes como es el caso de la Costa Brava”. 

El estudio también recuerda que se deben cumplir los mandatos de la Unión Europea en relacionados con la Economía Azul. Los científicos abogan para considerar “el enfoque ecosistémico”, es decir, que no solo se tengan en cuenta la diversidad de especies y hábitats, sino también las funciones ecológicas para diferentes especies (zonas de alevinaje, zonas de alimentación, corredores de migración, etcétera) y los bienes y servicios de los ecosistemas asociados.


Artículo científico:

Lloret, Josep; Turiel, Antonio; Solé, Jordi; Berdalet, Elisa; Sabatés, Ana; Olivares, Alberto; Gili, Josep-Maria; Vila-Subirós, Josep; Sardá, Rafael. 2022. Unravelling the ecological impacts of large-scale offshore wind farms in the Mediterranean Sea. Science of the Total Environment. https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2022.153803