Alta acumulación de microplásticos en praderas marinas de Almería

La contaminación por plásticos es una amenaza para el medio marino, de eso ya no existen dudas. El “Mar de Plástico” almeriense es una de las fuentes de contaminación marina por microplásticos más conspicuas en las costas españolas. Un estudio liderado por Martin Dahl de la Universidad de Estocolmo, en colaboración con el Grupo de Ecología de Macrófitos Acuáticos (GAME) del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), ha analizado la presencia de microplásticos en sedimentos de praderas marinas de Posidonia oceanica a lo largo del siglo pasado. La Posidonia oceanica es una planta marina exclusiva del mar Mediterráneo conocida por atrapar de manera eficiente partículas orgánicas e inorgánicas y enterrarlas en sus sedimentos durante milenios.

Se realizaron sondeos de sedimento en dos praderas en las proximidades de El Ejido, frente a las costas de Aguamarga y de Roquetas.

Almería es conocida por su intensa industria agrícola con 30.000 ha de invernaderos cubiertos de plástico. Los resultados del estudio muestran inequívocamente cómo la contaminación y acumulación de microplásticos fue insignificante hasta mediados de la década de 1970, para posteriormente aumentar de forma drástica.

Vista aérea parcial del Mar de Plástico de El Ejido, Almería, en Enero de 2019. Fuente: Grupo de Ecología de Macrófitos Acuáticos.

“La concentración de microplásticos en la posidonia de Roquetas de Mar empezó a aumentar con la instalación masiva de invernaderos en la zona, y tenemos una coincidencia temporal muy alta. Los microplásticos son peligrosos para la cadena trófica, y nos los comemos a través del pescado”, explica Nerea Piñeiro-Juncal, especialista en biogeoquímica de suelos marinos del GAME-CEAB.

A modo de control, se realizó un tercer sondeo de sedimento en el suelo de una pradera de Posidonia oceanica de la reserva integral del Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera, al sur de Mallorca. El número de micropartículas de plástico de menos de cinco milímetros en cada kilo de sedimento en Cabrera oscilaban entre 68 y 362, en cambio, en Roquetas se disparaban hasta las 2.173, unas 30 veces más, evidenciando el impacto de la industria hortofrutícola en la contaminación marina por microplásticos.

“Empezamos a conocer algunas de las consecuencias de la presencia de microplásticos en el medio marino, pero muchas de ellas se están estudiando o aún no se han identificado. Independiente de esas posibles consecuencias, el estudio de la dinámica de microplásticos en los ecosistemas sirve de trazador de la actividad humana y de cómo los residuos que generamos llegan a los rincones más recónditos de nuestro planeta. Una vez más, Posidonia oceanica ha demostrado su enorme potencial como testigo y como parte de la solución de los excesos de una humanización desaforada”, concluye Miguel Ángel Mateo Mínguez, responsable del Grupo de Ecología de Macrófitos Acuáticos.

El trabajo científico ha sido citado en un artículo publicado el pasado sábado día 4 de setiembre en el diario El País. Se trata de un reportaje muy completo y a su vez reivindicativo en el cual se ilustra y pone de manifiesto la problemática del plástico agrícola en Almería. La agricultura intensiva, que durante los últimos 45 años ha transformado la provincia, tiene un alto coste medioambiental con vertederos espontáneos de residuos plásticos en cualquier rincón y visibles desde cualquier carretera.


Artículo de referencia:

Martin Dahl, Sanne Bergman, Mats Björk, Elena Diaz-Almela, Maria Granberg, Martin Gullström, Carmen Leiva-Dueñas, Kerstin Magnusson, Candela Marco-Méndez, Nerea Piñeiro-Juncal, Miguel Ángel Mateo, A temporal record of microplastic pollution in Mediterranean seagrass soils, Environmental Pollution, Volume 273, 2021, 116451, ISSN 0269-7491,

https://doi.org/10.1016/j.envpol.2021.116451