El último Seminario CEAB, celebrado el pasado 6 de julio, se ha centrado en la recuperación del tramo final del río Tordera. Se ha expuesto un plan de medidas concretas para renaturalizar este espacio.
El biólogo ambiental, especializado en restauración del medio natural, Javier Rubio, ha explicado en detalle su proyecto de recuperación de la desembocadura de La Tordera. Lo ha hecho en el marco de los Seminarios CEAB y acompañado del Dr. Enric Sagristà, experto en gestión de zonas costeras y colaborador en el estudio.
El punto de partida del proyecto es eliminar las actividades económicas que hay en la zona de la desembocadura, es decir, sacar los dos campings existentes en este punto. Después se llevaría a cabo una serie de actuaciones que pueden resumirse en:
- Eliminar escolleras y realizar un decapado del terreno para eliminar todo el material que no es natural
- Reducir la explotación del acuífero para garantizar caudales ecológicos
- Ensanche del cauce del río y “retranqueo” de motas
- Mejorar la geomorfología de la acequia del Rec Viver
- Recuperar antiguos brazos secundarios del río
- Recuperar los arenales litorales
- Hacer un primer diseño de la orografía para que haya diferentes tipos de terrenos y hábitats
Todo ello permitiría devolver al río el dinamismo y biodiversidad perdidas, recuperando un aspecto similar al que tenía sesenta años atrás.
En cuanto a la actividad agrícola, la propuesta es compatible con mantener el campesinado en la zona.
Según el autor del estudio, «se busca alentar a las administraciones públicas a realizar actuaciones para devolver al río el espacio que le corresponde, evitando las canalizaciones, y eliminando todo lo artificial».
Javier Rubio remarca que se trata de un «proyecto plausible, con visión a largo plazo y que, entre otros, supone una significativa reducción de los riesgos asociados a la inundabilidad».
En este sentido, durante el turno de preguntas que siguió en la presentación, se recordó lo que se vivió con el temporal Gloria. La Tordera, al no tener el espacio necesario para el correcto funcionamiento fluvial, no pudo evacuar correctamente el agua y se produjeron situaciones de alto riesgo tanto para las personas como para el medio, dada la proximidad de campings, agricultura intensiva, y de una planta que fabrica principios activos farmacéuticos.
Las actuaciones propuestas en el proyecto supondrían una notable reducción de estos riesgos y permitirían un río más resiliente, más preparado para los fenómenos meteorológicos extremos, que se prevén cada vez más habituales dado el contexto de emergencia climática. Asimismo, permitiría recuperar las dinámicas y la biodiversidad propias de este tramo final del río.
